lunes, 26 de abril de 2010

¿Y pedirá perdón la Iglesia a las mujeres?

LIVIA CARBALLAR - SEVILLA - 25/04/2010 22:45

Barbaridad número uno: la mujer que aborta "mata a un niño" y, por tanto, "da a los varones la licencia absoluta de abusar" de su cuerpo. Barbaridad número dos: la Virgen María es el "modelo de auténtica liberación de la mujer", que puede "realizarse en el matrimonio y la virginidad". Barbaridad número tres: "La mujer no sólo debe cambiar su forma de vestir sino sus actitudes. Se ha perdido el pudoren la familia".

http://www.publico.es/espana/307615/pedira/perdon/iglesia/mujeres

viernes, 9 de abril de 2010

Más sobre toros

Esperanza Aguirre continua con su cruzada contra los antitaurinos y quiere declarar los toros "Patrimonio de la humanidad", y digo yo ¿no resulta un poco incongruente hablar de "humanidad" cuando estamos hablando de la tortura y asesinato indiscriminado de un animál?. Pues yo creo que si.
Si lo que quiere la Presidenta es proteger los intereses económicos de sus amigos los empresarios taurinos, creo que lo que tendría que hacer es recomendarles que se busquen trabajo de verdad.

Yo estoy a favor de educar en igualdad

Porque educando en igualdad construiremos un futuro más justo para todas y todos.

http://www.educandoenigualdad.com

Y de paso destripemos los cuentos infantiles:

Caperucita roja.

Atent@s, una niña que no debe tener ni los 10 años y su madre sabiendo los peligros que corre en el bosque la manda a ella sola con una capa roja para llamar la atención a que atraviese el bosque que se supone que esta plagado de lobos y demás bestias a mandarle una cesta de comida a la abuela. ¿Pero, no sería más lógico que dejaran a la abuela en una residencia o que se fuera a vivir con ellas?. Y si no puede ser, porque la abuela quiere vivir sola, coño, manda a un mensajero en moto que no corre tanto peligro.

Total, que la niña, va cantando por el bosque (como no), y el lobo la oye y le pregunta que a donde va, y la niña inocente ella le da todo tipo de detalles. Total que el lobo se adelanta, se come a la abuela y se mete en la cama con su camisón y el gorro para esperar a caperucita. La niña aparece en casa de la abuela y como las niñas de los cuentos venden su sentido común en pro de una belleza cándida pues que no se entera de que es el lobo disfrazado. Y se la como también. Pero por supuesto, aquí tenemos al macho- camisa-de-cuadros modelo leñador que con una asombrosa destreza de neurocirujano le abre de cuajo al lobo y le saca a la niña y a la abuela del estómago como si nada. Y digo yo, que si tan fantasiosa iba a ser el rescate podían haberse imaginado a una niña con superpoderes para transformar al lobo en un bolsito de loewe, ¿no?. Y atentos a la moraleja: “Caperucita Roja había aprendido la lección. Prometió a su Abuelita no hablar con ningún desconocido que se encontrara en el camino. De ahora en adelante, seguiría las juiciosas recomendaciones de su Abuelita y de su Mamá.” ¿Juiciosas dices? Me quedo con el lobo que parece el más listo, si no fuera porque tiene que venir el principe-leñador a joderla. Y no es por nada, pero… ¿que coño hacia el leñador espiando a la abuela en camisón?

La bella durmiente.

¡Otra que tal duerme. Aunque esta por lo menos no es huérfana de madre y es una niña muy deseada porque los padres no podían tener hijos. Total que lo celebran por todo lo alto e invitan a unas hadas para que le hagan regalitos.

Las hadas del reino le entregan dones a la criatura y ….menudos dones,¡como para sobrevivir a la vida moderna¡: belleza sobrehumana (como para ir en el metro en primavera a hora punta…uff…), espíritu angelical (…o ñoñeria para ser mas exactos),… gracia admirable en todo aquello que hiciera (JA, JA…), …bailar a la perfección, …cantar como un ruiseñor, y virtuosa de la música. Ideal para entretener al personal en cualquier fiesta vamos.

Pero claro se nos olvidaba la bruja mala, en los cuentos ya se sabe o eres tonta y resignada o mala malísima. Así que llega la mala malísima y le lanza la maldición de que se muera si se pincha con un huso (será mala, malísima...). Menos mal que le queda el consuelo de que otra de las hadas decide suavizar la maldición para que en lugar de la muerte caiga en coma….. Ni mas ni menos que 100 años hasta que la salve un príncipe (ya estamos con el dichoso salvador). Pero no te creas que allí acaba todo el sufrimiento de la pobre. Que cuando despierta después de 100 años, el tío le hace dos hijos así seguiditos para que se entretenga, y se la lleva a su reino donde tenemos otra vez a la reina mala malísima que se quiere comer a la princesa y a sus hijos porque si. Que para eso mejor no me despiertes.

La bella y la bestia.

Huérfana (como no) de madre, hija de un mercader y con dos hermanas malas malísimas. El padre querido que la vende a una pedazo de bestia por una comilona, una siesta y una rosa que para colmo de males era para la niña para que así cargue ella con las culpas y el pobre padre de victima. Total que la chica se resigna a su destino y se va ha vivir con la Bestia, que si, la da de comer, la cuida y tal, pero esta encerrada en el castillo para satisfacer sus deseos. ¿No os suena esto a trata de blancas?. El padre cae enfermo y la chica le pide a la bestia que si puede ir a cuidarle unos días. Éste la pone un GPS y la chica se va. Pero claro la Bestia que dice no puede vivir sin ella y se hace el enfermo (chantaje emocional lo llamaría yo) y la hace volver a casa. Y después de tanto tiempo secuestrada, tenemos a otra con síndrome de Estocolmo y vuelve porque se piensa que esta enamorada. Al final se casan, la Bestia se convierte en príncipe (que te crees tú eso, que aunque la mona se vista de seda…). Y viven felices para siempre…..o no.

Esta no nace princesa, pero la moraleja para las ilusas es que con trabajo, resignación y sufrimiento tu bestia se convertirá en príncipe y acabaras siendo una reina JA, JA, JA…

Rapunzel

Otra que tampoco es huérfana, pero para el caso, mejor haberlo sido, porque venden a la chica por unas manzanas. Resulta que en un antojo de embarazada (como son las mujeres de caprichosas), a la madre se le antojan nada mas y nada menos que las manzanas del huerto de la bruja. Total, que el “pobre” maridito (victima) las roba y le pilla la bruja. Esta a cambio de las manzanas les pide a su hija y como no, los papis ceden. Total que la bruja se queda a la niña a la que llamará Rapunzel para encerrarla en una torre que no tiene ni entrada ni salida. Y para colmo del sufrimiento, le deja crecer las trenzas doradas como el trigo, para que le sirvan a la vieja de escalera. Que lo que no se es como la niña no se queda calva, porque entre la falta de aire puro, la soledad y el poco ejercicio físico, que encima todos los días se le cuelgue una bruja del pelo para escalar a la torre…., para que luego digan de los métodos de tortura de la inquisición, total por unas manzanas.

Pero calla, que encima a la niña le quedan ganas de cantar (como no, si es que a las princesitas….). Y en esto que un día cantando la oye el príncipe (si no podía ser otro claro). Y por supuesto se enamora de su voz y le pide las trenzas para subir. Como si no tuviera bastante con la vieja encima se le cuelga el tío, que debe de pesar lo suyo. Total que la propone que huya con ella. A todo esto la bruja se entera y le corta las trenzas y la manda al bosque sola. Que para mi eso ya es una liberación, no un castigo, pero bueno, ya sabemos que en los cuentos de princesas si no hay sufrimiento y resignación no hay cuento. Aunque aquí a diferencia de otros, el príncipe no se va de rositas y la bruja le deja ciego, y como lo más normal del mundo es que los ciegos paseen solos por el bosque, en una de estas va y se encuentra con Rapunzel, que sin trenzas esta mas mona seguro. Esta le cura la ceguera con sus lágrimas, que lo mismo lloraba de pensar que ahora tenia que aguantar a este en lugar de a la vieja vete tu a saber. Y al final, como no, vivieron felices y comieron perdices.

Otra resignada que después de toda una vida de sufrimiento consigue al príncipe. No será esto un mensaje subliminal….No es por nada pero a mi lo de ser princesa como que no me va nada.


Y estas otras que no son princesas pero anda que no hemos querido todas ser como ellas.